¿La limpieza es la clave?

No es un secreto que la mayoría de los fallos en los enlaces de fibra óptica son provocados por los conectores y que, un gran porcentaje de ellos, se resuelven con una correcta limpieza de los mismos.

Es de vital importancia y, por tanto, realizar una correcta inspección y limpieza en los conectores previa a su instalación tendría que ser un paso automático, ya que esto evita gastos derivados de los tiempos de reinstalación después de su comprobación.

Para entender la importancia de la limpieza, tenemos que conocer el funcionamiento de la fibra.

Entender que la luz que viaja por ella, lo hace por un núcleo muy pequeño, de entre 9μm a 62,5μm (estamos hablando que el diámetro de la fibra capilar, por poner un símil es entre 40 µm la más fina y 120 µm la más gruesa), es de suma importancia, ya que su tamaño es determinante para que cualquier fallo de suciedad o defecto en el núcleo del conector cause perdidas de potencia y reflexión, pues el comportamiento de la luz se ve directamente afectado por el medio en el que viaja.

Así, si la perdida de potencia (dB) es grande, limitara el ancho de banda de la fibra e, incluso, puede ser la causante de que la comunicación se interrumpa o se pierda.

Además, las reflexiones altas incrementan la perdida de retorno en el enlace (ORL), que es la causa de desestabilización de los láseres transmisores, lo cual crea un efecto de congelación y pixelación de la imagen en los transmisores de video y reduce el ancho de banda en transmisiones de datos, que producen a su vez una mala percepción de calidad (QoE) en el usuario.

Si nos paramos a tomar en cuenta el ambiente de trabajo, es complicado que esté libre de polvo, pues ningún espacio está libre de el por naturaleza. Además, factores como la grasa que desprendemos por nuestras manos, el sudor, o simplemente las fibras textiles derivadas del mismo uniforme de trabajo, también entran en contacto con el material que usamos para la instalación.

Esto, deriva lógicamente en que, al existir un acercamiento físico entre conectores, si uno de ellos tiene incrustada alguna partícula, contamine con casi toda certeza al que podemos presuponer limpio, lo cual puede derivar en daños en las férulas de ambos conectores (arañazos). Si en este proceso, los conectores son dañados, tendrán que ser cambiados por unos nuevos.

¿Cómo evitamos todo esto?

Pues como el titulo sugiere, el secreto está en la limpieza. Y es que, habría que estipular un paso siempre en nuestra orden de trabajo, el de que antes de conectar hay que limpiar.

Nuestra labor en CMATIC, firma especialista en la distribución de materiales para profesionales de redes de voz y datos, es la de, aparte de suministrar dicho material, escuchar las necesidades de los clientes para proporcionarles soluciones que agilicen y profesionalicen aún más sus proyectos. Vender cuando te dan la referencia del producto es fácil, lo que no lo es tanto es ofrecer una solución de calidad técnica profesional sin disponer de conocimientos previos. Por ello, nuestro personal se forma día a día para ofrecer la mejor respuesta, coherente siempre a sus necesidades.

Es por ello, que en esta ocasión y para evitar esto, aconsejamos usar un cubo de limpieza para conectores Fibra Óptica, en concreto el HCM Cleaning Cube, que es perfecto para la preparación de limpieza de los conectores de fibra, tanto seca como húmeda. Está dotado de un material resistente que no transmite pelusa a la superficie del conector ni lo desgarra, por lo cual evitamos todos los problemas anteriormente descritos.

Además, su utilización es muy fácil, pues tiene una cara de apoyo para proporcionar una superficie ideal y segura para la limpieza. Es tan simple como dibujar una línea imaginaria con dicho conector por encima de la toallita en seco y, si no se obtiene el resultado deseado, usar una toallita con una cantidad mínima de disolvente especial para terminar la limpieza.

El HCM Cleaning Cube contiene 100 toallitas, perforadas para que no sea necesario un utensilio de corte para separarlas y tiene un tamaño de 2”x4.25, el cual hace que sea fácilmente portable en su maletín habitual de herramientas.